Mermelada sin azúcar

¡Hola hola!

A los que me seguís por facebook, os había enseñado hace un tiempo una mermelada de manzana casera riquísima y os debía la receta.

Como esa es muy sencillita, voy a explicaros otra que hice sin azúcar, que me parece más interesante, y luego os cuento cómo hice la de manzana.

Tenía el reto de conseguir una mermelada casera sin nada de azúcar que resultara rica. Pues bien, como tengo la suerte de disponer de unos estupendos kiwis caseros (¡gallegos!, nada más y nada menos...), y estas navidades me regalaron unas naranjas valencianas recién cogidas del árbol muy dulces, decidí probar a hacer la mermelada con ellos.

Estuve investigando por qué podía sustituir el azúcar y una vez descartados fructosa o edulcorantes artificiales, leí que una buena opción era usar frutas secas, por su alta concentración de dulce.
Así que ya estaba, kiwis, naranjas y orejones. Sólo me faltaba con qué espesarla, ya que las frutas elegidas son bastante acuosas.

Hay azúcar gelatinizante o especial para mermeladas, se le puede echar pectina en polvo o alguna fruta con alto contenido de pectina, como las manzanas (especialmente en la piel). Como no quería usar azúcar y la pectina no sé dónde conseguirla, usé unas manzanas golden, no muy maduras (cuanto más madura está la fruta menos pectina tiene).

Así que cogí la misma cantidad de cada una de las frutas (250 g. aproximadamente), kiwis y naranjas bien pelados, manzanas (con piel) y orejones, los partí en trozos pequeños y los puse en una cazuela a fuego lento unos 20-25 minutos, hasta que la fruta se empieza a deshacer. Luego se pasa por una batidora para terminar de deshacer los trocitos (especialmente la manzana, porque la habíamos puesto con la piel), y ¡listo!

Los tarros se rellenan mientras la mermelada está caliente. Deberían estar esterilizados, pero lavarlos en el lavavajillas suele ser suficiente. Se llenan prácticamente del todo y se tapan inmediatamente.

El esterilizado posterior consiste en colocar los botes ya rellenos en una cazuela cubiertos con agua y hervirlos unos 15 minutos, con la finalidad de que al enfriarse se haga el vacío y se conserve así la mermelada. Se supone que si se rellenan los botes con la mermelada muy caliente, ésto podría ser suficiente para que se hiciera el vacío. Yo algunas veces la hice y otras no, y hasta el momento se me han conservado siempre bien, pero en este caso sí la hice ya que como no lleva nada de azúcar (que hace de conservante), corremos más riesgo de que se estropee antes.





Sabremos que hace el vacío si, una vez frío, la tapa se hunde ligeramente. Si se abomba hacia afuera, es que tiene aire y deberemos desechar el bote porque no cierra bien y se nos estropeará la conserva.

Y ya está. Como veis no tiene ningún misterio. He de decir que yo soy muy de azúcar, pero para los que no la puedan tomar, es una opción muy válida ya que queda una mermelada muy rica. Posiblemente los kiwis y las naranjas no sean las mejores frutas para hacer mermelada sin azúcar, ya que de por sí son bastante ácidas. Ya os contaré qué tal con las siguientes que pruebe.

¿Qué os ha parecido? ¿Vosotros hacéis mermeladas caseras?



P.D: Participo con esta entrada en la fiesta de enlaces del blog "Personalización de blogs"