Hace poco descubrí un grupo de facebook que se llama "Reto Cocinillas". Cada mes escogen entre todos una receta de Lorraine Pascale (una ex-modelo inglesa reconvertida a cocinera), la hacen y luego comentan qué tal les ha ido. Los que tenemos blog también la publicamos. Me gustó la idea, me apunté y aquí estoy.
Pues bien, este mes tocaba receta salada: Tartaletas de cebolla, bacon y tomillo. Se aleja un poco de las "creaciones reposteras", pero os la pongo por si a alguno le interesa. Queda muy rica.
Básicamente es una quiche pero montada en raciones individuales. Os dejo la receta:
Ingredientes:
- 1 cebolla roja cortada muy fina (las mías eran pequeñas, así que puse una y media)
- 150 g de bacon cortado en cuadritos (según ella, quitándole toda la grasa, pero yo lo dejé tal cual)
- las hojas de 3 ramitas de tomillo fresco
- 200 g de crème Fraiche semidesnatada
- 75 ml de leche semidesnatada
- 25 g de queso parmesano rallado
- 2 huevos medianos
- 2 claras de huevos medianos
- una pizca de nuez moscada recién rallada (en mi caso, no muy recién...)
- 4 hojas y media de pasta filo
- 1 cucharada de mostaza amarilla
- sal y pimienta
En la foto no están todos, pero me di cuenta demasiado tarde...
Y lo que tenéis que hacer es lo siguiente:
- Precalentar el horno a 180º (160º con ventilador). Colocar una bandeja de hornear en el horno para que esté caliente también y ayude a que luego se cocinen bien los quiches por debajo. Engrasamos una bandeja para 12 madalenas y reservamos.
- Echar una cucharada de aceite en una sartén grande y cocinar a fuego lento la cebolla durante 6-8 minutos hasta que empiece a ablandarse, pero que no coja color. Añadir el bacon y el tomillo y continuar la cocción suavemente durante 3-4 minutos hasta que el bacon esté bien cocido. Retirar del fuego y dejar enfriar.
- Batir la nata, la leche, el queso parmesano, los huevos enteros y las claras, la nuez moscada y un poco de sal y pimienta. Se pone en una jarra grande y se reserva.
- Cortar las hojas de pasta filo en cuadrados de aproximadamente 12 cm hasta tener 36 piezas en total. En cada agujero de la bandeja pondremos primero una hoja, presionándola bien hacia el fondo y con mucho cuidado de no romperla. Luego una segunda hoja, presionando también con cuidado, pero de forma que no coincidan las puntas con la anterior, y la tercera de la misma forma, de manera que queden las puntas como haciendo un zig zag, para que quede más bonito y cubra mejor la superficie.
Aquí vino mi fallo, porque no había en el super las hojas cuadradas que había usado otras veces. Encontré esta pasta brick de la foto, que además de redonda es más gordita que la filo. Total, que yo en vez de cortar 3 cuadrados por agujero, lo corté y coloqué como veis en la foto.
Una vez colocados quedaban así de bien, pero al echar el relleno, como no cubrían bien todo el molde, se me salió un poco, lo que luego hizo que se me quedaran las tartaletas pegadas.
- A continuación, pintar la base de cada mini quiche con un poco de mostaza (que añade mucho sabor). Dividir la mezcla de la cebolla y bacon en los moldes y luego verter con cuidado la mezcla de huevo tanto como podáis rellenar. Rociar la masa expuesta con un poco de aceite.
- Colocar en la bandeja del horno y hornear durante 30 minutos o hasta que la mezcla de huevo esté cuajado y la pasta crujiente y marrón dorado. Espolvorear con el cebollino picado y servir caliente con una ensalada verde crujiente.
Yo me salté el cebollino y la ensalada verde, aunque le hubiera quedado muy bien. Este es el resultado:
Espero que os animéis a hacerlas, ¡quedan riquísimas!
¡Besos!
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