Hojaldre de manzana

¡Hola, hola!

Hoy os traigo una receta que no puede ser más fácil. Se prepara en un momento y queda muy rico tanto para un postre como desayuno o merienda.

Lo primero es ir a buscar unas buenas manzanas.

Yo en este caso las cogí directamente del árbol, ahora bien, no tengo ni idea ni qué clase de manzana son ni nada. Son pequeñas y bastante ácidas.
Para los postres se suelen usar reinetas, que son más bien ácidas, pero vale cualquiera, la que más os guste.

Una vez tenemos las manzanas, las pelamos y troceamos en rodajitas finas y las guardamos en un bol con el zumo de medio limón.

Si sabemos hacer hojaldre, mucho mejor. Si no (o no tenemos tiempo), recurrimos al hojaldre del super. Lo estiramos y lo ponemos en la bandeja del horno con el papel que trae, para que no se nos pegue a la bandeja. Colocamos las rodajitas de manzana en la mitad de la masa (con la otra mitad taparemos), le echamos azúcar por encima y unos trocitos de mantequilla.
No os pongo cantidades, porque esto es todo más bien a ojo. Si las manzanas son ácidas o si os gusta bien dulce, habrá que echar más azúcar.

Para haceros una idea, para una plancha redonda de hojaldre de las que venden en el super, yo usé unas 4 cucharadas soperas de azúcar y 5 o 6 trocitos de mantequilla del tamaño de una avellana, más o menos.

Yo en este caso, lo hice en raciones individuales, cortando la masa con un molde circular. Aquí lo veis en un platito de postre, así que ya veis el tamaño.

Lo único que hay que hacer, sea con la forma que sea, una vez está colocado el relleno, es poner la capa de arriba y cerrar bien los bordes.

Lo pintamos con mantequilla derretida y espolvoreamos otra cucharada de azúcar por encima. Lo metemos al horno precalentado a 180º unos 20 minutos o hasta que esté doradito.

Le quedan genial unas pasas remojadas en ron, pero como no tenía, pues no le puse.

¿Qué os parece? Animaos a hacerlo que ya veis que es muy fácil y queda muy rico.